Hace ya 4 años que entramos a vivir de alquiler en el piso en el que estamos y hace 4 años que odio una de sus paredes. La relación entre esa pared y yo no ha ido a mejor sino que, al contrario, ha ido a peor… y es que cada vez se agrietaban más los «parches» que venían de serie y cada vez la manchaban más los niños jugando con pinturas y/o con sus manos sucias…
El caso es, que después del último cambio que hemoshehco en casas, ha pasado de ser la pared que más odiaba de la casa a una de las más queridas (por no decir la más querida) y la que a partir de ahora será la más fotografiada de la casa.