Hay veces que los niños fingen que no ven bien para llamar la atención, porque quieren llevar gafas para parecerse a alguien o simplemente por diversión. Hay otras veces que hacen lo imposible para que los padres y/o profesor/a no se enteren de que no ven bien porque piensan que los compañeros se burlaran de ellos si llevan gafas. Y por último hay otros niños que no saben que pueden ver mejor y se «acostumbran» a ver como ven.
Sea como sea, siempre hay una primera vez. Una primera visita al especialista de la vision, sea optometrista o sea oftalmólogo y todos tememos esa primera vez que nos dicen: «Tienes que llevar gafas». Cuando eres adulto, puedes asimilarlo más o menos bien, pero cuando eres pequeño se te puede hacer todo un mundo.
Yo, como optometrista de profesión, me he encontrado muchas veces con esta situación y tienes que lidiártelas con padres e hijos para explicar que llevar gafas no es nada malo, que algunos superhéroes como Superman llevan gafas y que es súper molón ya que con ellas puedes ver más de lo que ven los demás («no verás a través de las paredes pero casi»).
Mi madre siempre se las quitaba, tiene siete dioptrías de miopía y en sus tiempos las gafas eran muy gordas, así que cuando salía con las amigas se guardaba las gafas e iba sin ver un pimiento. Cuando conoció a mi padre tenía 15 años, iba sin gafas y la siguiente vez que se vieron no lo reconoció, mi padre pensó que era una borde que no quería saludar.
Cuando descubrí que mi hija tendría que llevar gafas y, todavía peor, parche reconozco que se me vino el mundo encima. Además, no eran gafas normales, la pobre veía fatal y le tocaba llevar dos culos de vaso. Tenía pánico de que se burlaran de ella en el colegio, pero ella se fue el primer día toda contenta con sus gafas y hasta con su parche de dibujitos. Cuando salió y le pregunté si le habían dicho algo, me contó que una niña le había dicho que está fea, pero que ella le había contestado que lo importante no era estar guapa, sino ver bien. Ya ves, yo disgustada y ella feliz porque por fin podía ver bien.
¡La verdad que los peques aveces nos dan grandes lecciones! ¡Es maravilloso todo lo que nos enseñan y nos aportan! ? ¡Claro que si! Lo importante es tener una buena visión en ambos ojos, ¡ya que el sentido más preciado del humano es la visión!